La campaña sojera 2025/26 en Paraguay atraviesa correcciones tras un inicio prometedor en septiembre y octubre. “Aunque la zafra comenzó con condiciones climáticas favorables, las lluvias dispersas registradas en noviembre aplazaron la definición de la productividad para diciembre. En este escenario, StoneX realizó tres ajustes a la estimación actual, aplicando recortes de productividad en Alto Paraná, Itapúa y Caaguazú, tres de los principales departamentos productores del país”, indica el informe de diciembre de StoneX elaborado por Larissa Barboza Alvarez.
El reporte indica que si bien algunas regiones, especialmente en Itapúa y puntos aislados de San Pedro, registraron hectáreas replantadas, los recortes aún no fueron significativos. Aun así, la reducción mensual del 2% para la zafra principal sitúa la proyección en 9,1 millones de toneladas, mientras que la producción estimada para la zafriña se mantiene en 1,3 millones de toneladas. En total, la producción nacional podría llegar a 10,5 millones de toneladas, sumando ambos ciclos.
Los ajustes iniciales muestran un riesgo productivo heterogéneo:
A pocos kilómetros de distancia pueden encontrarse lotes con expectativas de muy buenos rindes y otros con señales de preocupación, incluso dentro de un mismo municipio. Esta variabilidad está influenciada por el vigente fenómeno La Niña, que según la NOAA —menos seco que en años previos— podría mantenerse hasta el verano de 2026. La combinación de períodos sin lluvias durante el llenado de granos y un posible estrés hídrico moderado incrementa la dispersión entre resultados productivos.
Para inicios de diciembre se prevén pocos milímetros, aunque a partir del día 8 se espera un episodio de lluvias más generalizado en la Región Oriental. Tras días nuevamente secos o con precipitaciones escasas, el retorno de un segundo pulso hídrico desde el 14 de diciembre será clave para determinar finalmente los rindes por hectárea.

Los agrónomos destacan un punto relevante: la soja tiende a desarrollarse según las condiciones que enfrenta. El inicio del ciclo, marcado por abundantes lluvias y temperaturas amenas, favoreció su crecimiento, pero también redujo su preparación para soportar calores más intensos. Octubre presentó más días nublados de lo habitual, limitando la formación de capas foliares más gruesas. Además, la disponibilidad constante de agua dificulta la adaptación a posibles escenarios de sequía. En estas circunstancias, un cambio brusco en el clima podría alterar significativamente el desempeño del cultivo.
En una información que está siendo reiterada en los últimos meses de este año, StoneX indica que el eventual alargamiento del ciclo principal podría retrasar la siembra de la zafriña, cuya ventana óptima se extiende hasta mediados de enero. Pasada esa fecha, aumenta la probabilidad de que los productores opten por maíz como alternativa. Las estimaciones de superficie no registran cambios este mes, por lo que será necesario esperar a inicios de 2026 para observar posibles variaciones.
Comercialización
En materia comercial, noviembre arrancó con un ritmo acelerado: la soja 2025/26 alcanzó un 19% de venta, frente al 13% del mes anterior. Repuntes puntuales en las cotizaciones de Chicago impulsaron estas operaciones. En paralelo, la zafra 2024/25 ya se encuentra completamente comercializada.





