La zafra principal enfrentará condiciones agroclimáticas desafiantes, con temperaturas elevadas y lluvias moderadas, según la actualización del ingeniero agrónomo Eduardo Sierra para Capeco. El especialista indica que, aunque no se configura un fenómeno El Niño o La Niña definido, el enfriamiento progresivo de los océanos Atlántico y Pacífico apunta a un escenario neutral frío, con lluvias por debajo de lo normal en varias regiones y riesgo de estrés hídrico en cultivos. Comentó además que las temperaturas extremas, que podrían alcanzar los 45 °C en zonas como Alto Paraguay, Boquerón y San Pedro, combinadas con la humedad variable, exigen a los productores planificación y manejo cuidadoso para optimizar la cosecha.
El ingeniero agrónomo Eduardo Sierra, especialista en agroclimatología, actualizó la perspectiva agroclimática para la campaña agrícola de Paraguay en el inicio de la temporada de cosecha gruesa para la Cámara Paraguaya de Exportadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco).
Según Sierra, a lo largo de la temporada, el sistema climático ha experimentado cambios significativos. Haciendo el repaso comentó que en julio, al inicio del invierno, se observaban anomalías térmicas en los océanos: áreas de aguas más calientes en el Pacífico central contrastaban con sectores más fríos en la costa americana. Esto indicaba una posible temporada cálida, aunque no se configuraba un fenómeno El Niño ni La Niña definido, sino un estado neutral que evolucionó hacia un neutral frío.
Siguiendo el recuento, comentó que durante septiembre, las precipitaciones aumentaron considerablemente en varias regiones, destacándose más de 75 mm en Concepción y excesos de lluvia en Ñeembucú, Misiones e Itapúa con registros superiores a 150 mm. Sin embargo, pese a las lluvias, las temperaturas crecientes limitaron el avance de la humedad en zonas como Presidente Hayes y algunas áreas del norte, generando un déficit hídrico local.
El análisis de Sierra revela luego que el enfriamiento progresivo de los océanos Atlántico y Pacífico ha cambiado la expectativa climática para la primavera y verano próximos, con un escenario más cercano a un estado neutral frío, y en el límite de La Niña. “Esto implica que las lluvias podrían mantenerse por debajo de lo normal, con la posibilidad de fríos tardíos y calores tempranos, una combinación que puede impactar en la producción agrícola”.
No se descarta un estrés en los cultivos, pese a que la precipitación no sea tan limitada, debido a las altas temperaturas
En cuanto a las temperaturas, se prevé que la zona de Alto Paraguay, Boquerón, Presidente Hayes y San Pedro enfrente temperaturas extremas, alcanzando hasta 45°C, fenómeno que se explica también por los cambios en la cobertura vegetal del suelo debido a la expansión agrícola, lo que incrementa la absorción de calor. Este factor, sumado al consumo hídrico acelerado por el calor, podría generar estrés en los cultivos pese a que la precipitación no sea tan limitada.
Para enero y febrero de 2026, la temperatura del océano Pacífico ecuatorial podría mejorar levemente, entrando en un estado neutral cálido que acompañará el cierre de la campaña, pero la mayor parte del periodo estará marcada por condiciones neutras frías.
El ingeniero Sierra recomienda a los productores trabajar con especial cuidado y planificación para enfrentar esta temporada marcada por temperaturas elevadas y una humedad variable, factores que requieren un manejo prolijo para optimizar la cosecha. “Va a haber que hacer las cosas muy prolijo porque nos va a faltar un poquito de agua”, sugirió.
