Con una superficie de siembra de 3,1 millones de hectáreas en la zafra de verano y 500 mil hectáreas de siembra en la zafriña, Prograin estima la producción de soja en Paraguay en 10,5 millones de toneladas en la campaña agrícola 2023-2024.
Hasta el 14 de febrero, se había recolectado el 67% de este volumen, con un 22% ya comercializado y un 30% comprometido. Mientras en la zafra verano se proyecta una cosecha de 9,8 millones de toneladas, se espera alcanzar 0,7 millones de toneladas en la zafriña.
Lucas Machado, presidente de Prograin, declaró a Agropecuaria y Negocios que el ritmo de la cosecha podría cambiar rápidamente, alcanzando el 100% de la cosecha “de un día para otro”, siendo totalmente dependiente del clima.
Estos datos, proporcionados por el broker paraguayo, surgieron de un estudio realizado con productores, acopiadores y multinacionales que operan en el país, “para tener cifras cercanas a la realidad”, explicó Machado. Las cifras incluyen una estimación de lo ya comercializado y comprometido por los agricultores para la temporada 2023-2024. Durante este período, Machado asegura que se observan ventas anticipadas “históricamente bajas”.
Lo comercializado en este análisis se refiere a la suma de los contratos de venta, mientras que lo comprometido incluye lo ya comercializado, más lo comprometido para entrega mediante financiamiento, como por ejemplo, los contratos destinados al financiamiento de insumos. “Estos contratos tienen un volumen establecido pero aún no tienen ni el precio de Chicago ni el premio definido”, aclaró el analista.
Otro aspecto destacado de esta campaña es que, debido al bajo nivel de comercialización y la capacidad de almacenamiento reducida, se han realizado entregas en cielo abierto (incluidas en el porcentaje calculado como comprometido). “Algunas empresas aceptaron el producto sin establecer un precio”, dijo el presidente de Prograin.
Comercialización anticipada “el nivel es históricamente bajo”.
Por lo general, para estas fechas de la zafra, en Paraguay ya se ha superado el 50% de la comercialización de la producción estimada. Sin embargo, debido a los bajos precios en el mercado internacional y a una rápida disminución de los precios, junto con un comportamiento más cauteloso por parte de los productores, se han registrado importantes caídas en las ventas anticipadas, informó Prograin.
Lucas Machado señala que la lección aprendida del año de crisis de la zafra hizo que los agricultores locales fueran muy cautos. “Desde la quiebra de 70% de la zafra años atrás, donde los productores se vieron obligados a refinanciar sus deudas o incluso a pagar la diferencia de mercado a los compradores porque no tenían grano para entregar, el paraguayo trabaja con una mentalidad más cautelosa y vende de manera más lenta”, explicó.
¿Por qué bajaron los precios?
El principal factor fue la recuperación de la producción global, especialmente impulsada por Argentina, que el año pasado experimentó una quiebra considerable y este año tiene una zafra abundante, siendo el principal exportador mundial de harina. Además, hay buenas expectativas para Brasil y Estados Unidos, y se observa una menor demanda desde China, el principal importador mundial.
China está comprando menos a Estados Unidos y más a Brasil, pero el volumen importado del gigante sudamericano tampoco es tan significativo como el que suele importar de Norteamérica. “El enfoque de China en comprar en Brasil también afecta las cotizaciones porque la bolsa cotiza en Estados Unidos; la ausencia del producto norteamericano se refleja en las ventas”, afirmó.
En cuanto a las perspectivas, Machado aclaró: “A menos que surja algún problema en Sudamérica o en la siembra de Estados Unidos, no se esperan cambios significativos en los precios. Deberíamos seguir de cerca el lado de la demanda para impulsar los precios en los últimos meses”, recomendó a los actores del campo paraguayo.