La cosecha de soja zafriña avanza en Paraguay con un 20% del área ya recolectada y rindes que superan el promedio en zonas como Alto Paraná, mientras, por su lado, el maíz aún espera su turno, con buenas perspectivas productivas pero precios en baja por la superoferta brasileña, según el informe de mayo de StoneX.
El informe de mayo de la consultora StoneX sobre las estimaciones de producción de granos en Paraguay no presentó variaciones significativas en la soja zafriña, cultivo que se encuentra en plena fase de cosecha con un 20% del área ya recolectada. Debido a que la superficie sembrada en este segundo ciclo es considerablemente menor a la de la campaña principal, se espera que la recolección avance a un ritmo mucho más rápido.
En cuanto a los rendimientos, el promedio nacional se mantiene en torno a las 2 toneladas por hectárea. Sin embargo, algunos municipios de Alto Paraná, que iniciaron antes la cosecha, están reportando resultados por encima de esa media. Con una producción estimada de 1,3 millones de toneladas para la zafriña, la proyección total de soja en Paraguay continúa ligeramente por encima de las 10 millones de toneladas.

Por otro lado, el panorama del maíz se ve afectado por la sobreoferta regional. Las lluvias regulares en casi todo Brasil han garantizado una superproducción que ya está impactando en los precios internacionales. StoneX ajustó la estimación total de producción brasileña a 132,4 millones de toneladas, con una zafriña que podría alcanzar las 104,3 millones de toneladas.
En Paraguay, el último lote de maíz disponible se comercializó a USD 160 por tonelada a inicios de mayo, pero el grano para entrega futura ha bajado a USD 142 por tonelada. A diferencia de la soja, el maíz aún no ha comenzado a cosecharse debido a su ciclo agronómico más extenso. El inicio de la recolección está previsto para finales de mayo, con un avance más acelerado desde mediados de junio.
La proyección de producción de maíz en Paraguay se mantiene en 4,96 millones de toneladas, gracias a las condiciones favorables registradas durante la floración, etapa crítica del cultivo, caracterizada por lluvias adecuadas y temperaturas óptimas, lo que genera expectativas positivas en términos de productividad.
