IMPACTO DE LA OLA DE CALOR EN SUDAMÉRICA

De Argentina a Colombia, los efectos de una ola de calor en buena parte de Sudamérica se han hecho sentir con fuerza y mantienen en alerta a las autoridades.

La alerta se mantiene ante los graves incendios forestales que se han desatado en algunos puntos de la región, afectando incluso a capitales como Bogotá, a medida que se endurecen los choques al fenómeno de El Niño.
“La ola de calor se está presentando principalmente por el fenómeno de El Niño en el cual nos encontramos en éste momento. Este fenómeno se da por un aumento de las temperaturas en el océano Pacífico y el cambio climático lo está volviendo más fuerte (en términos de impacto) y más frecuente, al igual que el fenómeno de La Niña”, manifestó a Bloomberg el oficial en gestión del recurso hídrico del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF en inglés) Jairo Guerrero.
Bárbara Tapia Cortés, meteoróloga y coordinadora técnica de servicios en la oficina regional de la organización meteorológica mundial OMM para las Américas con sede en Asunción, agrega que Sudamérica se encuentra bajo la influencia de la estación estival, por tanto, son habituales los eventos de días calurosos durante los meses de enero y febrero.
Sin embargo, el fenómeno de El Niño, presente desde mayo del 2023, alcanza su máximo entre diciembre y enero, situación que tiende a incrementar los eventos extremos de altas temperaturas y por ende, las olas de calor (que corresponde a la persistencia de al menos tres días consecutivos de altas temperaturas sobre un umbral predefinido dependiendo de la localidad).
Con respecto a los incendios forestales, dice que las condiciones meteorológicas reinantes con temperaturas altas, bajo contenido de humedad y a veces viento moderado, favorecen su mayor incidencia en especial durante los meses del verano.
Esta ola de calor que golpea a varios países de la región y ha llevado a Colombia a confirmar la declaratoria de desastre natural. En Chile, el servicio nacional de prevención y respuesta ante desastres (Senapred) ha declarado alertas en varias regiones del país ante los incendios forestales. En Argentina, rigen alertas por temperaturas extremas en 8 provincias. En Ecuador también se mantienen previsiones de altas temperaturas.
Días atrás, ciudades en Brasil como la emblemática Río de Janeiro llegaron a tocar los 42 grados centígrados y allí se rozó la sensación térmica de los 60 grados.
El profesor de cambio climático y salud ambiental Camilo Prieto dijo a Bloomberg que en éste momento se está dando una tormenta terriblemente perfecta. Tenemos temporada de incendios, que es en éste primer trimestre del año. Y número dos, el fenómeno de El Niño hace que tengamos unas sequías mucho más intensas y esto hace por supuesto que los incendios tengan mayor éxito y sean más difíciles de controlar.
Además la confluencia de fenómenos está provocando un deterioro de la calidad del aire en las ciudades afectadas por los incendios y esto termina siendo un riesgo para la salud de las comunidades, así como un detonante de la pérdida de la biodiversidad, con la destrucción de bosques primarios y la liberación de emisiones de CO2.
También afecta la disponibilidad del agua e impacta el suministro a diferentes ciudades y especies que dependen de ellas, dado al déficit de lluvias que se presenta durante el fenómeno de El Niño y por aumentos en las tasas de evaporación debido a las altas temperaturas, termina de explicar Guerrero.