La mujer que pasó la chacra familiar del cuaderno a la computadora

En Santa Rita, Alto Paraná, Kelin Lui ha dedicado su vida al agro, un legado que trasciende generaciones. A medida que enfrentó la pérdida de su abuelo y la incertidumbre de su padre, Kelin decidió quedarse en el campo, motivando a su familia a modernizar su trabajo. Con la convicción de que el futuro del agro depende de la innovación y la unión familiar, Kelin se convirtió en el pilar que impulsa un cambio significativo, demostrando que el trabajo en la tierra es más que una ocupación: es una herencia.

Desde pequeña, Kelin Lui sintió que el agro tiene un lugar central en su vida, “entendí que nuestra labor en el campo no es solo un trabajo, sino un legado que debemos tomar y pasar a las futuras generaciones”, dijo esbozando una enorme sonrisa que deja ver su pasión por el trabajo en la chacra familiar.

“Desde muy joven, el agro ha sido una parte fundamental de mi vida. Crecí rodeado de tierras y cultivos, y siempre supe que era importante cultivar no solo la tierra, sino también los sueños de aquellos que, como yo, crecieron en el campo. A los jóvenes que son del agro, les digo: sigan adelante, porque nuestro trabajo es un legado para las futuras generaciones”, expresó en nota para el documental Paraguay es Agro.

Kelin recuerda que su padre dudó en introducir la tecnología pues se trataba de un cambio importante, pero ella logró convencerlo y hoy su familia lo celebra.

Herencia: para la familia y para el mundo

Kelin comentó que su padre heredó una chacra que había funcionado con un sistema tradicional, basado en un sistema más rústico como anotaciones en cuadernos. “Cuando terminé mis estudios, sentí que era el momento de hacer un cambio. Me senté con papá y le propuse que profesionalizamos nuestra labor: implementar planillas y utilizar computadoras para llevar un mejor control. Papá se mostró reacción al principio; se preguntaba si esa nueva forma de trabajo realmente funcionaría. Después de mucha insistencia, finalmente aceptó y hoy está muy contento con el resultado”, recordó.

Como muchas otras mujeres en el campo paraguayo la familia de Kelin es su principal motivación para las decisiones importantes. “Mi decisión de quedarme en el campo se tornó crucial después de la muerte de mi abuelo. Mi padre, que había crecido sin madre, se sintió perdido a los 70 años, sin una guía clara para continuar. Vi la necesidad de estar a su lado, de motivarlo y alentarlo a seguir adelante. Era un desafío, pero sabía que juntos podríamos enfrentar el futuro que nos esperaba y construirlo juntos”, dijo.

Kelin con su padre Adir y su hermano Rafael en su chacra de Santa Rita

La joven Kelin reflexionó sobre la importancia de ayudar en el trabajo agrícola. “Ayudar a nuestros padres a continuar con el trabajo, hacer un día sea nuestro, trabajar para dejarlo en algún futuro a nuestros hijos, algo valioso y duradero”, expresó.

Kelin insiste y celebra: “El agro es nuestra vida, y es nuestra responsabilidad cultivar no solo la tierra, sino también el futuro”.

En el día internacional de la mujer, desde A&N saludamos y celebramos a Kelin y su trabajo para producir alimentos para el mundo.

Kelin es una de las jóvenes que compartió su testimonio de amor al agro en el Documental Paraguay es Agro la Fuerza Joven.