Sebastián Maliza, director de Proyungas, destacó la importancia de la colaboración con Paraguay para hacer posible este ambicioso proyecto que en nuestro país adquirió el nombre de PPP Mbarete. Según Maliza, “sin la colaboración de WCS y de todo lo que está ocurriendo en Paraguay, para nosotros sería imposible estar en la cotidianidad o liderar lo que se está haciendo aquí”. El trabajo conjunto con organizaciones paraguayas ha permitido implementar el modelo PPP en el país, facilitando la integración de empresas del sector agropecuario en la conservación de grandes espacios de biodiversidad.
La Fundación Proyungas celebra su colaboración con entidades en Paraguay, Bolivia, Chile, Brasil, Uruguay y Colombia, en el marco del modelo de gestión territorial Paisajes Productivos Protegidos (PPP). Este concepto, nacido hace 15 años en el norte de Argentina, se basa en la idea de que la producción agrícola y ganadera puede ir de la mano con la conservación de la biodiversidad, transformando lo que tradicionalmente se consideraba como “pasivos productivos” en valiosos activos naturales.
El concepto de “Paisajes Productivos Protegidos” se enfoca en equilibrar la actividad económica con la protección del medio ambiente. A través de este modelo, empresas de diferentes sectores productivos, como la ganadería, la forestación y la producción de yerba mate, té, caña de azúcar, limón y papel, participan activamente en la conservación de los ecosistemas. Maliza enfatizó que “si no hay producción, si no hay alguien que esté produciendo, es muy difícil proteger esos espacios. Conservación también cuesta dinero y trabajo, y eso lo están haciendo las empresas”.
Un sello de producción sostenible
Una de las claves del éxito de este modelo ha sido la creación de un “sello” que certifica el origen y la calidad de los productos que provienen de paisajes protegidos, como la carne de calidad proveniente de estos territorios. Este sello ha sido bien recibido tanto por las empresas como por los consumidores, quienes valoran cada vez más los productos que promueven la sostenibilidad y la conservación del medio ambiente.
La colaboración con WCS y las colonias menonitas en Paraguay ha sido fundamental para el avance del proyecto. Según Maliza, este trabajo conjunto ha desafiado a Proyungas a pensar más allá y llevar el concepto de los PPP a una nueva etapa. “Esto se está transformando en una bola de nieve, algo que va creciendo, pero que no se sale de las manos gracias al apoyo de socios implementadores y empresas que toman el desafío”, expresó.
Además del sello, Proyungas ha logrado construir una red de Paisajes Productivos Protegidos, que reúne anualmente a empresas de diversos sectores. Esta red fomenta el intercambio de ideas y la colaboración entre las empresas, generando un espacio de innovación constante y la creación de nuevas oportunidades para fortalecer la gestión territorial.
Maliza subrayó que el proyecto no solo beneficia a las sociedades locales, sino que también tiene un impacto global. “Estamos produciendo productos de excelente calidad, rentables, pero además estamos conservando paisajes, biodiversidad y bosques, lo que es un aporte no solo para nuestras sociedades, sino para el mundo”, concluyó.
