La exportación sostiene los precios de la mandioca en Paraguay.

La oferta de mandioca para la industria almidonera este año ha aumentado respecto a los años anteriores, pero el contenido de almidón por kilo de mandioca es menor, dijo Hans Theodor Regier, Director Ejecutivo de la Compañía de Desarrollo y de Industrialización de Productos Primarios S.A (CODIPSA) y presidente de la Cámara Paraguaya de Mandioca y Almidones (Capama).

“Entre los años 2022 y 2023 tuvimos precios bastante altos, lo que animó a los productores a plantar. El 2024 se caracteriza por una mayor superficie de siembra y rendimientos por hectárea mucho mejores. Por ejemplo, en 2022, los rendimientos eran a veces entre 8, 10 o 12 toneladas por hectárea, mientras que este año tenemos rendimientos de 15 a 25 toneladas por hectárea. Así que este año, por suerte, durante estos primeros meses, tuvimos mucha disponibilidad de mandioca para la industria almidonera”, expresó.

Según el industrial, el precio de la mandioca entre 2022 y 2023 estuvo en niveles nunca antes vistos en Paraguay o en la región. “Hoy en Paraguay, desde el inicio del año, tenemos un precio de 400 guaraníes por kilo, por lo menos en la mayoría de las plantas. En las plantas de CODIPSA pagamos este precio, y creo que también la mayoría de las otras plantas en Paraguay. Este es un mejor número que el precio histórico que se pagó en Paraguay, que está entre 300 y 320 guaraníes por kilo”, comentó.

Buen precio local desincentiva el contrabando de mandioca paraguaya a Brasil.

Considerando los precios en el mercado internacional, que bajaron tanto para la mandioca como para la fécula durante todo el primer semestre del año, Regier explicó por qué considera que en Paraguay se tiene una situación más positiva en cuanto a precios.

Precio en real por tonelada. Fuente: Cepea.

“Obviamente, nunca el precio es suficientemente alto (…) pero vimos en Tailandia y en otros países asiáticos que el precio de la mandioca y de la fécula bajaron prácticamente durante todo el primer semestre del corriente año, lo mismo que en Brasil. El precio de la mandioca bajó prácticamente desde enero hasta hace unas dos o tres semanas; esto también se podría constatar por el hecho de que durante el primer semestre prácticamente ningún volumen de mandioca se fue de contrabando de Paraguay a Brasil. Eso significa que el precio de la mandioca en Paraguay era igual o más alto que en Brasil. Nosotros, por suerte, a pesar de que los países vecinos bajaron el precio de la mandioca, pudimos mantener nuestro precio durante todo el primer semestre del año”, celebró.

La exportación sostiene los precios

Los precios en Paraguay se pudieron mantener gracias a que logramos exportar volúmenes importantes al norte de Sudamérica, es decir, a Colombia y especialmente a Estados Unidos. “Eso fue lo que nos ayudó a no tener que bajar los precios como en otros mercados; este año estamos mucho mejor. En 2022, nosotros importamos tres veces más que la producción propia, en 2023 importamos muy poco y este año se importó una ínfima cantidad desde Brasil en enero, cuando la sequía seguía afectando la producción”, recordó.

Este año la industria paraguaya trabaja a plena capacidad

Prácticamente en todas las zonas de producción se obtuvieron las mismas características. Los rendimientos por hectárea fueron bastante buenos, pero el contenido de materia seca o almidón en la raíz es relativamente bajo. “Si en un año normal la mandioca tiene entre 27% y 29% de almidón, este año estamos en 23% o 24% de contenido de almidón”, comentó. Afortunadamente, esta situación no afecta el precio pagado a los productores porque ellos venden su producción por kilogramos y no por materia seca, “como de hecho se está haciendo en otros países”, dijo Regier.

Los industriales estiman que la producción de almidón este año estará entre 40 y 45 mil toneladas de fécula de mandioca. En cuanto a Codipsa, prácticamente está exportando más del 80% de su producción total.

Las exigencias de los diferentes mercados son cada vez mayores. Si se apunta a exportar a mercados como Colombia, Estados Unidos, España, Canadá, México o Centroamérica, todos exigen un sistema de calidad y certificaciones. “Por eso, nos vemos obligados a sacar el mayor volumen posible para que no haya demasiada competencia en el mercado local o en la región y poder mantener ciertos niveles de precio para el almidón, pero también para la mandioca, de manera que los pequeños productores sigan motivados a plantar en los próximos años”, dijo, acotando que Paraguay es reconocido por un producto de buena calidad.

Paraguay es el principal exportador de fécula de mandioca a nivel americano, aunque Brasil produce más almidón de mandioca que Paraguay, pero ellos lo hacen principalmente para su mercado local.

“Hoy, con los altos costos de flete desde Asia, somos competitivos, y otro factor muy importante para estar en los mercados internacionales es que somos un proveedor constante. Siempre prometemos que tenemos almidón de mandioca durante los 12 meses del año. Entonces, hoy somos un aliado confiable para los clientes en el continente americano”, aseguró.

En los mercados, no en todas las situaciones, pero en general se puede decir que los mercados durante este año fueron bastante estables, y proyectamos que estos volúmenes de exportación y producción sigan siendo iguales y de forma estable.

Exportación a Brasil: “Estas situaciones se regulan por sí solas”

Con relación a la exportación de mandioca paraguaya a fábricas de Brasil, Regier celebró que existe una nueva opción para los productores. “Obviamente, si pensamos con una visión más amplia a nivel Paraguay, siempre se va a buscar que la materia prima sea procesada en el propio país, porque la industria genera mano de obra y un valor agregado. ¿Por qué dar todos esos valores a un país vecino?”, se preguntó, pero agregó:

“Creo que estas situaciones se regulan por sí solas, porque va a ser muy difícil exportar mandioca a Brasil si las condiciones de precio no están dadas. Durante los últimos años, se dio que la mandioca se fue de contrabando a plantas almidoneras cerca de las fronteras; y no siempre sabemos si nuestros productores o los acopiadores realmente recibieron el precio correspondiente por los volúmenes. Yo creo que todo intento de formalizar la venta de algún producto a un país vecino es loable, pero siempre, como industria, vamos a intentar procesar el mayor volumen posible para dejar el valor agregado en nuestro país”, concluyó.